Tom Cruise es una de las estrellas más icónicas de Hollywood, conocido por protagonizar algunos de los papeles más brillantes en la historia del cine. Sin embargo, cuando se trata de su rol como padre y su relación con sus hijos, la información es escasa y rodeada de misterio, casi como una misión imposible. La relación con sus hijos, Isabella ("Bella") y Connor, adoptados con Nicole Kidman, y con Suri, su hija con Katie Holmes, siempre ha estado rodeada de incógnitas y especulaciones y aunque actualmente los tres han optado por llevar vidas discretas, la sombra de la fama de Cruise sigue acechándolos.

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Tom y Nicole adoptaron a Isabella en 1992 y a Connor en 1995, mientras aún estaban casados. Sin embargo, tras su divorcio en 2001, ambos hijos decidieron quedarse a vivir con su padre y seguir su camino dentro de la Iglesia de la Cienciología, a la que Tom es un devoto seguidor. Isabella, quien se ha destacado como artista y graduada de la Academia Delamar de Maquillaje y Peluquería de Londres, reside actualmente en Inglaterra con su esposo Max Parker. En 2015, se casó en Londres, pero su boda se celebró sin la presencia de sus famosos padres. A pesar de la ausencia, se reportó que Tom aprobó su unión y cubrió los gastos de la ceremonia. Aunque la distancia y las diferencias religiosas han marcado su relación, Nicole ha expresado en múltiples ocasiones el amor incondicional que siente por sus hijos. La relación con Bella, en particular, ha sido complicada desde que ella y Connor, el hermano menor, se distanciaron de su madre tras el divorcio y adoptaron las creencias de la Iglesia de la Cienciología. A pesar de su lealtad hacia su padre, recientemente Bella mostró un gesto de apoyo hacia su hermana pequeña, Sunday Rose, la hija de Nicole y su actual esposo, Keith Urban. Este fin de semana, Bella reaccionó con un corazón a una publicación de Sunday en redes sociales, un gesto que sorprendió a muchos dado el escaso contacto con su madre y la falta de interacción familiar cercana en los últimos años.